Después de muchos años de batallas, logre vencer a la pobreza y decidí convertirme en un guerrero del mundo del emprendimiento. Donde gane y perdí muchas batallas. En el año 2014 ya había dejado atrás a aquel niño pobre, pero no me sentía ni libre, ni abundante en plenitud. Me di cuenta que, entre tantas batallas, me había perdido, me había desconectado de mi esencia y de todo aquello que un día soñé y me hacía feliz. Después de muchas reflexiones, sentí que tenía que reiniciar mi vida por completo, crear un nuevo punto de partida. Entendí que el precio por esa decisión podría ser muy alto, pero aún así, decidí pagarlo. Había llegado a un punto de inflexión y sabía que tenía que dar un salto de fé al vacío o nada cambiaría.
Inicie un viaje de introspección en el mundo del desarrollo personal, que a través de muchos aprendizajes me ayudo a entender lo verdaderamente importante de esta vida. Y así logre volver a reconectarme y encontrarme en el camino.
Tiempo después de haber iniciado mi proceso empecé a diseñar la vida que siempre había soñado. Y, aunque nada de todo esto fue fácil, con mucho trabajo, enfoque y dedicación, logre construir esa abundancia económica, emocional y espiritual que en lo mas profundo de mi ser siempre había anhelado.

«Tener libertad, abundancia y vivir en plenitud requiere de mucha valentía, determinación y compromiso»